Capitalismo y Conservación especulan en la Patagonia



Desde hace un buen tiempo venimos escuchando esa “gran obra” de Reforestemos Patagonia, la cuál encontró el escenario perfecto de aparición luego del incendio en Magallanes, ya que después de este evento catastrófico quedó una gran cantidad de hectáreas sin cobertura arbórea y susceptible de erosión producida por el viento, es por ello que debía ser restaurada lo antes posible. Pero quiénes están detrás de esto?, bien, este acto lo lidera la empresa Snp Patagonia Sur, que en este desastre natural vio como se abría una ventana de difusión que le vino como anillo al dedo.

Esta empresa tiene varias líneas de inversión, una de ellas es la del mercado de bonos de carbono, específicamente el mercado voluntario. En este modelo de mercado las compensaciones funcionan al margen de las normativas de la Organización de Naciones Unidas (que regulan en algo el Protocolo de Kyoto, surgido con objetivos similares), pero entrañan repercusiones muy parecidas sobre las comunidades a las que se les imponen.



Además, estas compensaciones personales individualizan la respuesta al cambio climático, transformando las complejidades de un problema sistémico relacionado con cuestiones como la forma en que se produce y se utiliza la energía o la forma en que se distribuye la tierra, en algo tan sencillo como autorizar un pequeño pago por internet con un simple clic[1]. De este mercado voluntario, la empresa mencionada sustenta su negocio, donde cada árbol plantado (en este caso donado) está compensando las emisiones generadas por empresas que necesitan mitigar sus aportes de gases de efecto invernadero al cambio climático, se puede ver en su sitio la inclusión de empresas de trasporte aéreo como Lan u otras transnacionales como Coca-Cola. Así ellos se quedan con el dinero de las compensaciones, gracias a que mucha gente les está donando los árboles con los que ellos van al mercado de carbono, una vez más negocio redondo. 

Pero eso no es todo, entre las líneas de inversión que tiene esta empresa es la de propiedades, donde se dirigen a personas con altos ingresos económicos para que compren tierras en la Patagonia. Esto se suma a lo anterior, ya que SnP Patagonia al ser propietarios de algunas de las tierras que reforestan, luego de que han sido enverdecidas, tienen la ventaja de que el terreno queda mucho mejor para su venta. 

Aquí aparece otro dato: los precios a los cuáles Snp Patagonia compró las tierras y los precios a los que vende, o especula vender. En la ilustración 1 se muestra cuáles son los precios de compra en el año 2007 y al cuál pueden vender en el 2020, donde el precio aumenta en por lo menos 5 veces.


Esta estrategia de negocio es más que conocida, bien lo saben agricultores, campesinos y pueblos originarios, a quiénes les compraron a precio de huevo las tierras, y más tarde se hacen grandes negocios en ellas. Antes destinadas a la plantaciones exóticas, hoy puede que sean para la “conservación del medio ambiente”, pero de todos modos sigue siendo una de las formas en las que grandes extensiones de tierras están en manos de unos pocos y el desarrollo rural y en las regiones como la de Aysén que tienen una gran dependencias de estos espacios para su desarrollo, una vez más quedan en manos de privados, que aunque tienen vínculos con instituciones públicas ligadas a la conservación, detrás también hace un negocio lucrativo.

De esto, lo que se entiende es que se está haciendo especulación con las tierras y también especulación inmobiliaria en el sur-austral de Chile. Esta empresa tiene tantas figuras, que se diluye quien es el que hace bien o mal las cosas, esto porque pertenecen al grupo "Reforestemos Patagonia", ¿Quién no quisiera plantar un árbol en la Patagonia?, y así se va gestando el negocio, primero con plata de todos nosotros arreglan terrenos que luego serán vendidos en mucho más de su precio a cualquiera que quiera instalarse en la Patagonia, y que en su pequeño mundo de las comodidades no le interesa el desarrollo de los habitantes del sur.

Finalmente, la justificación de esta empresa es que su trabajo se enmarca dentro de lo que ellos consideran COMPATIBLE como lo es el capitalismo y la conservación, además del desarrollo en zonas australes. Otra vez, lo que esta empresa considera como compatible, hemos visto que no lo es. Sino no existiría tal degradación de los bosque del mundo, ni estaríamos combatiendo un tremendo problema global como el cambio climático.


Algunos vínculos para saber más de esta empresa:



[1] Gilbertson y Reyes. 2006. Los mercados de emisiones: Cómo funcionan y por qué fracasan. 129 pp.



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