Mirando hacia adentro, no a las represas en Aysén

Fuente: Diario El Divisadero Por Ricardo E. Ortiz Barría
“Si no puedes desechar el recuerdo de una visión dolorosa, ven a Aisén, y tus ojos quedarán nuevamente limpios de toda imagen de pena ante el maravilloso panorama, porque el asombro ahuyentará tu dolor...”
(Fragmento de la prosa “La canción de la pequeña patria” de Eusebio Ibar Scheppeler, en “Cantos a Aisén” Imprenta El Imparcial, Santiago 1944.-)

Contrastante es hoy sin lugar a dudas, la muy fuerte arremetida publicitaria de HidroAysén y Energía Austral, durante el período en que los organismos evaluadores analizan las respuestas de la empresa hasta ahora a casi 200 observaciones, proceso cuyo término está previsto para el próximo día 25 de abril. Con posterioridad la Comisión de Evaluación Ambiental deberá pronunciarse a favor o en contra o como ya es ampliamente sabido, solicitar información complementaria al estudio de impacto ambiental.
Hablamos de contraste, por cuanto sin los millonarios recursos económicos desplegados por el consorcio en referencia, nítidamente se observa el progresivo rechazo nacional a la construcción de represas en Aisén, así tal cual, de manera libre espontánea, natural, en conciencia y sin accesos igualitarios a medios radiales, televisivos y prensa escrita de cobertura nacional, Chile está hoy diciendo claramente ¡no a las represas en Aysén!.
Poco se sabe con certeza en el resto de Chile y también regionalmente, acerca del verdadero presente y futuro de los recursos energéticos hídricos de Aysén, por ello, nos ha conmovido profundamente, el abrupto término dispuesto por Televisión Nacional de Chile, del hasta hace poco afamado programa documental “La tierra en que vivimos”, espacio a través del cual tuvimos hace algún tiempo, la oportunidad de conocer con gran crudeza la actual realidad de los glaciares en la Patagonia Central, nos referimos por cierto a las también denominadas nieves eternas, desde las cuales fluyen puras y cristalinas, las verdes e inigualables aguas de los ríos y lagos de Aysén.
Con inmensa preocupación pudimos comprobar a través de la voz y las imágenes de Sergio Nuño, que desde hace algún tiempo estos se encuentran en una al parecer irreversible cuenta regresiva, dejando en claro de paso, que el flujo del agua en Aysén, contrariamente a lo que hoy se promueve, dista mucha de ser por siempre generoso e inagotable; por el contrario, requiere de conciencia, cuidados y preservación, para que las futuras generaciones tengan también la oportunidad de crecer y disfrutar en este auténtico paraíso terrenal llamado Aysén, el mismo que algunos insensibles y desmemoriados, quieren hoy día ver irreversiblemente sacrificado, en aras de un progreso y desarrollo regional mal entendido y el cual no conciben sin represas.
Hace falta mucha falta, el poner de una buena vez nuestros cables a tierra y mirar con altura y generosidad hacia dentro, valorando lo que somos y lo que tenemos, todo aquello mis muy estimados detractores, que muchos gentiles oferentes extranjeros vienen comprando a precio de huevo hace rato y ¡ojo! que lo que hoy denuncia en Cochrane su Alcalde, varios hace un rato largo y a través de distintos medios lo hemos venido denunciando.
Entendemos porque lo hemos vivido, el aislamiento, el olvido y la desesperanza de muchos pobladores, consideramos legítimas también, sus aspiraciones de una mejor vida y un mejor futuro para sus hijos, pero también entendemos que de algún modo, nuestras autoridades y todos quienes contamos con espacios o tribunas públicas, también tenemos una ineludible cuota de responsabilidad en todo ello, unos quizás por carecer hasta ahora de una mirada lo suficientemente amplia como para haber detectado a tiempo el problema y buscar sus soluciones y los otros, por las razones que sean, por no haber sido capaces hasta ahora, de golpear la mesa y denunciar todo lo que en nuestros viajes por el interior progresivamente presenciábamos.
De toda nuestra indolencia, insensibilidad y desidia hacia nuestros propios connaturales, se ha hecho cargo y a manos llenas, el gran consorcio económico que pretende hoy represar Aysén, constatando in situ, el que escuchándolos y brindándoles las oportunidades por las que en muchos casos toda su vida estuvieron aguardando, los pondría en forma prácticamente natural de el lado de ellos. Eso solo eso, es lo que desde hace años, debimos haber hecho, reiteramos mirar hacia adentro y preocuparnos de todos aquellos que por generaciones han venido en los más solitarios y apartados rincones, abandonados hasta ahora a su suerte, haciendo patria.
No queremos y lo reiteremos hoy una vez más represas en Aysén, queremos progreso, desarrollo y oportunidades, pero de la mano de nuestra única e incomparable belleza paisajística y por cierto también, de nuestros no precisamente inagotables, hoy grandes recursos energéticos hídricos.

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