Hidroaysén: El gallito entre el descontento ciudadano y el lobby de las empresas

FUENTE: RadioUChile
Mientras la sociedad civil desaprueba la construcción de megaproyectos hidroeléctricos, Hidroaysén refuerza su campaña y en el Gobierno siguen dando señales favorables a su instalación. Todo, a pocos días que se tome la decisión final sobre el proyecto ¿Quién ganará esta batalla?
La decisión La semana pasada se dieron a conocer los resultados de la encuesta Ipsos del mes de abril que, aparte de los resultados políticos que entregó, no dejó de sorprender con un fuerte rechazo ciudadano a ciertos proyectos energéticos.
A la pregunta “¿Está usted de acuerdo con que se construyan centrales nucleares en Chile para la generación de energía?” un 84,1 por ciento respondió que No, claramente movidos por la crisis que se vive en Japón, luego de terremoto de marzo pasado.
En el caso de la pregunta “¿Está usted a favor o en contra de la construcción de centrales hidroeléctricas en la Región de Aysén?” el rechazo llegó a un 61,1 por ciento… el más amplio de los últimos años.
Esta encuesta está en consonancia con otras que arrojan opiniones similares, lo que habla de una seria postura de descontento ciudadano hacia las decisiones que han tomado las autoridades gubernamentales en materia medioambiental.
Con el pasar de los años, el rechazo hacia Hidroaysén, según la encuesta Ipsos, ha subido de un 37,4 por ciento a fines de 2008 hasta los 61,1 de la semana pasada.
El mega proyecto hidroeléctrico que pretende instalar cinco centrales en los ríos Baker y Pascua más la línea de transmisión de energía eléctrica más larga del mundo, cuenta con una campaña detractora que se ha posicionado en Chile y el mundo como su principal opositora: Patagonia sin Represas.

El trabajo de los ambientalistas
En total son setenta organizaciones de América Latina y Europa que buscan concientizar a la ciudadanía y dar su punto de vista respecto de este megaproyecto, con estudios en mano y con información fidedigna, haciendo charlas en universidades, capacitaciones, campañas publicitarias en Internet, convocando a manifestaciones ciudadanas o explicando sus puntos de vista ante la prensa.
Lo cierto es que ante la opinión pública se logró posicionar el tema de la defensa del medioambiente y la oposición a las represas en la Patagonia chilena.
Patricio Rodrigo, director ejecutivo de ChileAmbiente y miembro de la campaña Patagonia sin Represas también analiza otro alcance del rechazo ciudadano al megaproyecto Hidroaysén.
Según el ambientalista, la opinión pública “no se ha dejado amedrentar por la multimillonaria campaña publicitaria emprendida por Enel y Endesa en la que aseguran que sin Hidroaysén, Chile se quedaría sin energía” eléctrica, campaña calificada como “del terror” por los defensores del medioambiente.
La importancia de la postura del gobierno
Preocupa, sin embargo, la falta de sintonía entre la postura de la ciudadanía con la del gobierno que, lejos de desmarcarse del megaproyecto Hidroaysén, ha dado su apoyo a la idea directa e indirectamente.
En esta misma radio, el ministro de Agricultura, José Antonio Galilea, por ejemplo, manifestó que Hidroaysén era un proyecto “necesario para el país”.
De manera indirecta, el gobierno entrega señales que apuntan a la existencia de una crisis energética irreversible en nuestro país, cuando retrasa el cambio de horario de invierno generando una sensación de inestabilidad, justo en momentos clave para la aprobación de las cinco mega represas en la Patagonia o cuando recibe en el Palacio de La Moneda a los principales ejecutivos de estas empresas, quienes entregan donaciones para los damnificados del terremoto.
En estos momentos, los servicios públicos con competencia ambiental de la Región de Aysén están revisando la adenda en la que Hidroaysén respondió casi 300 observaciones negativas a su proyecto.
Es un proceso de evaluación ambiental que ha tenido conocidas y graves irregularidades como la protagonizada por CONAF que en su oficina regional de Aysén hizo graves reparos al proyecto indicando que no era viable, pues invadiría el 18 por ciento del Parque Nacional Laguna San Rafael protegido por ley. En la oficina nacional de Santiago, sin embargo, hicieron caso omiso al trabajo efectuado en Coyhaique y enviaron su informe autorizando casi sin observaciones el proyecto.
En las próximas semanas, Hidroaysén podría ser aprobado por el gobierno, pero la historia estaría lejos de terminar. El mismo vicepresidente ejecutivo de la hidroeléctrica, Daniel Fernández, reconoció que los titulares del proyecto deberán estudiar la sustentabilidad económica de ejecutar esta megainversión.
Juan Pablo Orrego, director ejecutivo de Ecosistemas y coordinador internacional de la campaña Patagonia sin Represas, indica que la aprobación del megaproyecto sería “desastrosa y nefasta para el país y sentaría un pésimo precedente” jurídico que sería aprovechado por las organizaciones para seguir oponiéndose por la vía judicial.
De aprobarse el proyecto, la batalla continuará. Aún queda por ingresarse el proyecto de la línea de transmisión energética más larga del mundo que tendrá un grave impacto en muchos terrenos privados donde Hidroaysén tendrá que, al menos, indemnizar a más de tres mil propietarios que se vería afectados por la instalación de gigantescas torres de alta tensión, además de los alcances medioambientales que ello supone, como el paso de la línea de transmisión por parques nacionales y tendidos submarinos.
Una larga batalla queda aún por delante, en la que pareciera que la ciudadanía tiene algo que decir. Por lo menos, la opinión es contraria a la construcción de este tipo de megacentrales hidroeléctricas. La pregunta que queda en el aire es: ¿estarán nuestras autoridades dispuestas a escuchar a la gente o preferirán mantener la buena relación con el empresariado a espaldas de la ciudadanía que sigue acumulando resentimiento y descontento?

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