ERA una opción que se venía estudiando desde mediados del año pasado, pero que en los últimos meses quedó descartada. Finalmente, HidroAysén y Energía Austral -el segundo mayor proyecto hidroeléctrico del país, perteneciente a la minera suiza Xstrata- no compartirán la línea eléctrica que llevará la energía desde la XI Región hacia la zona central del país. Construirán dos tendidos eléctricos paralelos entre Aysén y Chaitén, confirman altos ejecutivos de ambas compañías. Luego, las líneas de cada proyecto se sumergirán en el mar hasta Puerto Montt. De ahí al norte, el tendido de Energía Austral se conectará con el sistema eléctrico en un punto de la X Región, mientras que el de HidroAysén seguirá hasta Santiago.
Razones técnicas y de seguridad del sistema impiden unir ambos tendidos y dejar solamente una línea en la zona de la Carretera Austral, aseguran directivos de ambos proyectos. No obstante, las conversaciones entre ambas partes para evaluar potenciales sinergias no han concluido y el proceso se mantiene en curso, coinciden. Si bien ambas acordaron el año pasado darse plazo hasta marzo de 2011 para tomar una decisión frente al tema, las negociaciones se extenderán más allá de ese horizonte, sostienen los ejecutivos.
Al interior de las firmas existe el interés de buscar soluciones conjuntas que permitan minimizar el impacto ambiental que provocaría construir dos líneas paralelas y, eventualmente, también entrar a competir entre ellos. Tanto en Energía Austral como en HidroAysén, agregan, están convencidos de que deben alcanzar algún tipo de acuerdo, porque estiman que de lo contrario la oposición de los ambientalistas frente a ambos proyectos se puede intensificar. Sobre todo, considerando que la campaña contra HidroAysén se ha concentrado más en las torres que pasarán por la Patagonia, que en la inundación de las centrales hidroeléctricas.
Este último proyecto -que impulsan Endesa y Colbún- considera la construcción de cinco centrales de embalse en los ríos Baker y Pascua, y en conjunto generarán 2.750 MW, en las cercanías de Cochrane y Caleta Tortel. La energía será conducida por una línea de transmisión de 2.000 kilómetros, que llegará hasta Santiago.
El proyecto de Energía Austral, por su parte, consta de tres centrales: Cuervo, Blanco y Cóndor, que en conjunto suman 1.054 MW en la zona de Aysén. El sistema de transmisión que unirá las tres plantas con el Sistema Interconectado Central (SIC) tendrá una longitud de 800 kilómetros y conectará la Región de Aysén con el norte de la X Región. Actualmente, la filial de la minera suiza está trabajando con la canadiense Transelec para definir un diseño de transmisión alternativo al trazado de HidroAysén.
El tendido eléctrico de HidroAysén contará con la tecnología de corriente continua. Es decir, sólo se podrá inyectar energía en un punto y retirarla en el destino final, sin poder efectuar cargas ni descargas durante el trazado. Ese diseño planteó la primera dificultad para Energía Austral, porque para conectarse al punto de generación de HidroAysén tendría que construir una red de 300 kilómetros, desde Aysén hacia el sur, lo que generaría un costo adicional de unos US$ 600 millones, indican gerentes de empresas de transmisión. Ese gasto hace inviable la rentabilidad del proyecto, agregan.
Como la energía de Energía Austral no se puede transmitir por los cables de la línea de HidroAysén, la alternativa que se comenzó a analizar, para tener un solo tendido, fue montar la línea de Energía Austral sobre las torres del proyecto de Endesa y Colbún.
Un ejecutivo de una de las compañías advierte, en todo caso, que esa sería una experiencia única, que no tiene precedente en el mundo para un sistema eléctrico.
Fuentes de HidroAysén afirman que el tamaño del bloque de energía que transportaría la línea con los dos proyectos unidos es muy grande. Se estima que por ese tendido pasaría cerca del 30% de oferta de energía del SIC. Por lo tanto, ante cualquier evento o complicación podría provocar inestabilidad al principal sistema eléctrico del país, que abastece a más del 90% de la población.
"Compartir el cable no es un camino viable, porque puede convertirse en una amenaza más que en una fortaleza. Ya estudiamos que no podemos unirnos en una sola instalación física, no es conveniente para garantizar la seguridad de suministro. El tamaño del sistema eléctrico crece gradual en el tiempo y para cuando ambos proyectos estén operativos, tampoco tendrá el tamaño adecuado, por eso hay que buscar sinergias de otra naturaleza", apunta un alto ejecutivo de una de las empresas.
Esta visión es compartida por el académico de la Universidad Católica Hugh Rudnick. "Efectivamente, ellos están considerando proyectos de transmisión independientes y la seguridad es un factor. Si bien la tecnología de corriente continua está probada en el mundo, lo ideal para dos bloques de energía muy grandes es que cada uno tenga una línea independiente para conectarse al sistema, porque los riesgos son más acotados. Si se produce una falla en un tendido que transporta mucha energía, podría provocar la caída de todo el sistema elécrico", explica.
Dada las restricciones tecnológicas para usar las mismas torres y tendido, ahora los privados están avanzando en optimizar los proyectos de transmisión individuales y, según reconocen ejecutivos de ambas empresas, lo más probable es que se dé una solución mixta, con miras a minimizar los impactos ambientales y compartir los costos. En esa dirección, los estudios que están realizando ambas firmas apuntan a compartir una faja común para evitar que las líneas vayan por zonas separadas y muy distantes . Así se reduce la intervención en el entorno que implicará levantar esa infraestructura.
"Desde Aysén hasta Puerto Montt hay condiciones geográficas, topográficas, de accesibilidad, climáticas y de relieve que permiten tener un corredor común para ambos tendidos", describe un ejecutivo.
La fórmula que se analiza considera vincular ambos proyectos en una misma faja, espacio que tendría entre 95 y 140 metros de ancho y donde se instalarían los tendidos paralelos. "Es una proporción menor a la que se ocuparía si cada proyecto se construye cada uno por su lado, en forma disociada y sin ponerse de acuerdo. Queremos acortar las distancias entre uno y otro, y reducir los impactos", dice una alta fuente vinculada a una de las iniciativas.
Si bien en gran parte del trazado habrá dos líneas, también se evalúa que en algunos kilómetros puntuales entre Chaitén y Aysén se mantenga sólo un tendido.
Adicionalmente, los privados evalúan aunar criterios en el tramo submarino que considera cada proyecto. El trayecto que se evalúa sumergir tendrá entre 120 y 140 kilómetros, que recorrerán desde el sur de Chaitén hacia Puerto Montt.
Las firmas también deberán ponerse de acuerdo en otros aspectos. "La idea es coordinarnos en cómo construimos, qué caminos hacemos, cómo nos relacionamos con la comunidad y cómo disminuimos el impacto visual", explica un directivo de uno de los proyectos. "Están las posbilidades para buscar nuevos acercamientos, optimizar los proyectos y lograr soluciones comunes para la línea", complementa un ejecutivo.
HidroAysén tiene previsto presentar su Estudio de Impacto Ambiental de la línea en el tercer trimestre de este año. Energía Austral planea ingresar a tramitación el primer semestre de 2012.
En La Moneda señalan que se trata de proyectos de privados y que son ellos los que tendrán que ponerse de acuerdo en obtener sinergias. No obstante, indican que la idea de tener un doble trazado no es lo ideal. "Hay una situación que es compleja y absurda, porque tener dos trazados es como tener dos carreteras que no se necesitan. Dos carreteras de pista simple, en lugar de tirar un solo camino con pista doble. No tiene mucho sentido, lo razonable es que haya un sola línea, dado que parten de la misma zona", afirma una autoridad.
Aunque el escenario podría variar a largo plazo, adelantan en el gobierno, "hoy no es conveniente que se construyan dos trazados, pero tal vez en un horizonte de mayor plazo, con necesidades energéticas distintas, puede darse que haya dos líneas".
En el Ejecutivo creen que las actuales restricciones técnicas no serán permanentes en el tiempo y pueden subsanarse. "Estamos hablando de centrales que van a estar en operación en muchos años más, cuando también la capacidad del sistema sea mucho mayor a la de hoy. Por lo tanto, temas de estabilidad del sistema se pueden manejar; más bien, es un tema de acuerdo entre las partes, de definir quién paga qué", indican.
Desde el gobierno detectan otra dificultad al tener dos tendidos eléctricos. "Hoy no es fácil llevar adelante un proyecto de línea de transmisión, se generan muchas dificultades en su tramitación ambiental y de percepción de las comunidades. Por lo tanto, hacer dos proyectos será más difícil aún, porque su impacto ambiental y social es mayor", sostienen.
Si bien en el Ejecutivo están convencidos de que ambos proyectos se necesitarán, también advierten que de no ponerse de acuerdo los inversionistas en una solución común se dará una competencia entre ambos. "Si no logran ponerse de acuerdo en el tema del tendido, en el corto plazo uno de los proyectos va a tener más prioridades que otro, porque es muy probable que se genere una competencia entre ellos", argumentan.
Los privados aseguran que el actual escenario no invalida los proyectos por separado y que, en ese contexto, esperan que no se produzca una carrera entre ellos.
Las claves de los proyectos
*Las centrales
El proyecto HidroAysén consiste en cinco centrales con embalse que generarán 2.750 MW.
Energía Austral -filial de la minera suiza Xstrata- consta de tres centrales hidroeléctricas, Cuervo, Blanco y Cóndor . En conjunto, tendrán una capacidad instalada de 1.054 MW.
*Los tendidos
El megaproyecto hidroeléctrico que impulsan Endesa y Colbún implicará construir una línea de transmisión de 2.000 kilómetros de extensión, que transportará la energía de Aysén a Santiago.
El tendido eléctrico de Energía Austral considera una longitud de 800 kilómetros. Se conectará al sistema eléctrico en la X Región.
*La inversión
El costo total de HidroAysén es de US$ 7.000 millones. De esa cifra, unos US$ 4.000 millones corresponde a centrales y otros US$ 3.000 millones a la línea de transmisión.
Según los estudios de prefactibilidad, la inversión involucrada en el proyecto de Energía Austral es de unos US$ 2.600 millones, incluyendo generación y transmisión.
*Los plazos
Se estima que la construcción del proyecto de Energía Austral se iniciará hacia 2014, mientras que la puesta en marcha de las centrales se espera para 2018.
HidroAysén espera tener todas las aprobaciones ambientales a mediados de 2013 y el proyecto completo operando en 2022.
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