FUENTE: ChileRenovables.cl
De lleno en el negocio energético espera entrar próximamente la transnacional minera suiza , Xstrata Copper , según nos confirmaron en Aysén fuentes vinculadas al sector.
Xstrata Copper es un gigante minero que en el norte chileno controla las actividades de Lomas Bayas y la Fundición de Cobre Alto Norte, ambos en la región de Antofagasta. Pero su proyecto más importante se encuentra más al norte, en la Región de Tarapacá, donde opera minera Collahuasi, la segunda mina privada más grande de Chile, después de Escondida.
Río Cuervo, Aysén, uno de los tres que sería intervenido por energía austral.-
Ahora viene el negocio de la energía, pero desde el extremo austral de Chile, en Aysén, la que se ha convertido en la capital del agua chilena, donde las empresas eléctrica han puesto su mirada para desarrollar proyectos hidroeléctricos de tal envergadura que de desarrollarse cambiarán para siempre la geografía de la zona.
Pues bien, XStrata Copper definirá la incorporación de un socio estratégico para su filial Energía Austral.
Por cierto la empresa observa con atención lo que ocurrirá con Hidroaysén, el emblemático megaproyecto de US$ 4.400 milones que pese a estar desembolsando una cifra cercana a los US$ 20 millones en campañas publicitarias y lobby, no logra contar con adeptos, no sólo en Aysén sino que en el país y en el extranjero.Saben que su suerte está muy ligada a lo que ocurrirá con el proyecto de Endesa España.
En enero del año pasado Xstrata Copeer , contrató al banco de inversión Asset Chile, para buscar un inversionista que potencie el desarrollo de los proyectos eléctricos que la firma desarrollará en la XI Región. Se trata de tres centrales hidroeléctricas (Río Cuervo, Blanco y Cóndor), que suman unos 1.100 MW y suponen US$ 2.700 millones de inversión.
Las negociaciones actuales involucran a cuatro interesados. “A fines de este año o a más tardar a inicios del próximo, deberían concluir las conversaciones y se tomará una decisión al respecto”, afirma Alberto Quiñones, gerente general de Energía Austral.
En el mercado trascendió que entre los interesados estarían los grupos CGE y Suez. “No puedo confirmar ni descartar eso, porque hay firmados acuerdos de confidencialidad que me impiden referirme a los participantes del proceso”, dice el ejecutivo.
El 30 de septiembre, Energía Austral entregó a la Conama las respuestas al grupo de observaciones (Icsara) que realizaron los organismos públicos a la central hidroeléctrica Río Cuervo, que considera 640 MW de potencia y una inversión de US$ 733 millones.
“Por la envergadura del proyecto, es probable que recibamos un segundo Icsara”, dice Quiñones. La eléctrica espera tener la aprobación ambiental en el primer semestre de 2011.
También para esa fecha, la firma tiene previsto ingresar a tramitación el Estudio de Impacto Ambiental (EIA) de las otras dos centrales: Blanco (360 MW) y Cóndor (54 MW). “Esperamos que la tramitación ambiental demore entre 12 a 15 meses”, dice Quiñones. El inicio de la construcción de todos los proyectos se prevé para fines de 2013.
Como parte del complejo que desarrollará en Aysén, Energía Austral decidió incorporar una central sin embalse de unos 12 a 15 MW, cercana a las instalaciones de Blanco. Esto implicará una inversión adicional de entre US$ 25 millones y US$ 35 millones. “Con esta central el costo de la energía para los habitantes de Aysén podría reducirse entre un 23%y 27%”, indica Quiñones.
Línea submarina
Energía Austral está trabajando con Transelec para definir el trazado de la línea que le permitirá transmitir la energía desde Aysén a la zona central. “Es una línea independiente que es viable técnica y económicamente. Son 800 kilómetros, de los cuales entre 70 y 100 kilómetros estamos evaluando hacerlos submarinos”, dice Quiñones. El costo del tendido fluctúa entre US$ 1.400 y US$ 1.500 millones.
En paralelo, Energía Austral está en conversaciones con HidroAysén para buscar una solución común para el trazado. “Seguimos conversando con ellos y estamos disponibles para buscar sinergias entre ambas líneas. En los últimos meses hemos tenido conversaciones, pero no hemos iniciado ningún estudio todavía”, afirma el ejecutivo.
Una dificultad entre ambos proyectos es la distancia que los separa. “Estamos distantes a 300 kilómetros y esa es una dificultad importante para conectarnos”, dice Quiñones. “Independiente del resultado que tengamos con HidroAysén, ingresaremos el EIA de la línea en marzo de 2012″, agrega.
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