HidroAysén y su falta de consecuencia con las comunidades de Aysén


FUENTE: ElQuintoPoder
El consejo de Ministros tiene pautado reunirse para decidir el tema de HidroAysén a fines de diciembre. Es la última instancia política con poder de decisión.
HidroAysén está presionando al Ejecutivo para empezar a trabajar lo antes posible en la construcción de las represas, ya que sabe perfectamente que el cambio de gobierno lo perjudica aun más. A HidroAysén no le importa no tener claro el transporte de la energía, porque saben que de no ser así y alargarse más la situación, el proyecto está en riesgo vital. HidroAysén trasladó a un importante contingente de personas a la cuenca del Baker al sur de Aysén en las últimas semanas, hacia las comunas de Cochrane y Villa O’Higgins, para ir preparando el ambiente ante las comunidades que serán intervenidas en forma práctica y mostrar ante la opinión pública que se sienten seguros y que seguirán adelante. Pero es todo lo contrario: sienten gran incertidumbre y la presión es grande dentro de la empresa por no saber a qué atenerse.

El hecho que HidroAysén haya realizado una importante inversión de varios miles de dólares al producir un documental por encargo, para ser transmitido en el Discovery Channel, que fue difundido hace pocos días mostrando el proyecto, demuestra lo desesperados que están. El documental fue dirigido especialmente hacia los accionistas europeos y a la masa de santiaguinos que no tienen claro aun el problema y pretenden ir presionando al Ejecutivo para no arriesgar la tremenda inversión en logística y los sueldos millonarios de los ejecutivos, empleados y lobby financiero que han tenido que realizar. Hablamos, en total, de más de 300 millones de Euros.
La construcción de HidroAysén representaría un salvavidas importante ante la crisis de las dos empresas, Endesa (España) y ENEL (Italia), los socios mayoritarios. Empresas que están al borde de la quiebra.
Los que abogamos por un Aysén sin Represas y queremos una región sustentable, reconocemos en la intención de HidroAysén una manera descabellada de salir adelante con un proyecto, que no puede tomarse en serio. De aprobarse, atentaría al presupuesto básico que debe ser el objetivo de un país que pretende transformarse en un futuro en una nación desarrollada: el hacer las cosas bien, con proyección y sustentabilidad, de acuerdo con la constitución vigente. Porque aunque la actual deje mucho que desear, respeta los derechos de los ciudadanos a exigir verdad y justicia en las políticas de desarrollo que involucren a los habitantes y sus comunidades.
Gran parte de los habitantes de Aysén hemos entrado en batalla en contra de HidroAysén por la convicción de que no solo luchamos por salvar bosques y ríos. Entramos en batalla por la sobrevivencia de las comunidades que se verán afectadas en la cuenca del Baker y en todo Aysén.
La cuenca del Baker al día de hoy es una cuenca seca para los ayseninos, porque sus derechos de aguas fueron entregados a Endesa España de manera fraudulenta y en total sigilo en el último semestre de la dictadura militar, sin pagar un solo peso la transnacional por estos derechos y nos quitaron un bien que es de todos. Nos dimos cuenta del robo de nuestros derechos en el año 1993, cuatro años después, y ya nada podíamos hacer ante tamaña injusticia.
HidroAysén se justifica a sí misma y lo proyecta al interior de Aysén en las comunidades que serán afectadas, diciendo que ellos son la solución financiera para desarrollar la región y que la empresa construiría la infraestructura faltante que necesitamos. Que proveerá empleos y que la vida mejorará sustancialmente con ellos en Aysén. Eso es un falso discurso y los que tienen problemas económicos se aferran a ello y reciben bonos en dinero para que los apoyen, lo que podría ser encuadrado como “cohecho”.
HidroAysén se justifica a sí misma y lo proyecta al interior de Aysén en las comunidades que serán afectadas, diciendo que ellos son la solución financiera para desarrollar la región y que la empresa construiría la infraestructura faltante que necesitamos. Que proveerá empleos y que la vida mejorará sustancialmente con ellos en Aysén. Eso es un falso discurso y los que tienen problemas económicos se aferran a ello y reciben bonos en dinero para que los apoyen, lo que podría ser encuadrado como “cohecho”.
Esta forma de proyectarse, permitida por el mismo Gobierno, es anti constitucional y anti democrática: es la intromisión inaceptable en problemas internos de Chile por una transnacional extranjera que pretende remplazar al Estado. Ello se explica porque el gobierno ha visto en la transnacional una oportunidad de facilitarle los negocios a las grandes transnacionales de la mega minería en Chile y propiciar así un enriquecimiento de privados a costillas de los chilenos y de los recursos naturales que son de todos.
No podemos creer que si no se construye HidroAysén no podremos desarrollarnos en forma adecuada y que nuestro futuro estará hipotecado, cuando es precisamente lo contrario. De construirse HidroAysén se estará optando por una vía de desarrollo energético que nos llevará al desfiladero y a la inconsecuencia en esta materia. Sobre todo si tenemos al día de hoy otras opciones mejores para generar energía eléctrica, en un país considerado a nivel mundial como el paraíso de las energías no convencionales (ERNC).
HidroAysén es tecnología del pasado en el mundo del futuro, y en Aysén no queremos ser destruidos por falsos paradigmas de intereses no muy claros, que luego no tendrán vuelta atrás.
Lo presentado por HidroAysén como estudio de impacto ambiental, que es la base de sustentación de la intención del proyecto, es deficiente y muy poco profesional para un proyecto que pretender intervenir los ríos más emblemáticos de Aysén con tanta precariedad en:
1- El impacto social en las comunidades de la cuenca del Baker, de lo que significará la llegada de más de 6.000 obreros a la localidad de Cochrane y la comparsa para los días de recreación de estos obreros.
2- Las inundaciones producidas por el lago Cachet II desde el glaciar Colonia, que inunda dos veces al año el río Baker con millones de litros de agua, de un proceso natural que impactaría a las tres represas Baker I, II, III, en caso de construirse.
3- Omite información referente a la red de volcanes que se conecta desde Aysén hacia el norte por el cordón Caulle, poniendo en peligro la vida de las comunidades a través de la intervención de los ríos y de sus posibles consecuencias en caso de erupción o un cataclismo por esta falla geológica.
4- No hace referencia alguna sobre la inundación de más de 48 hectáreas del Parque Nacional Laguna San Rafael por la pretendida represa Baker II, lo que es totalmente ilegal.
5- Omite la proyección de la Cuenca del Baker y de todos sus empresarios privados y sus comunidades, que suman más de 10 mil personas, con negocios orientados hacia el turismo de intereses especiales y la ganadería premium. Ello implica una inversión a la fecha que suma más de 1.500 millones de dólares aproximadamente en su conjunto, que serán destruidos por HidroAysén y toda su proyección económica.
Los habitantes de Aysén necesitamos claridad en todos los aspectos antes de que se tomen decisiones importantes y definitivas. Además la cuenca del Baker es una cuenca compartida con la Argentina. Las aguas que bajan por el río Baker tienen su origen en Argentina en el lago Buenos Aires, lago que es compartido con Chile. En nuestro lado se llama lago General Carrera. Cuenca que tiene a su haber un tratado llamado “Cuencas Compartidas”. Este tratado se firmó en el año 1991 bajo la administración del gobierno de Patricio Aylwin, precisamente para defender esta importante cuenca, de cualquier intromisión que atente contra su sustentabilidad y la de sus comunidades.
En Aysén y la Corporación que represento de la cuenca del Baker, solo queremos que se respeten los tratados internacionales y que los proyectos de intervención en el medio ambiente se hagan de acuerdo a parámetros profesionales y de acuerdo con el reglamento de la OCDE para estos casos. Reglamento que, como país miembro, es nuestra obligación respetar.

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