Central Ralco: Generadora de electricidad y de honda preocupación


CENTRAL RALCO VUELVE A ESTAR EN EL CENTRO DE LA POLÉMICA
Vecinos, dirigentes y autoridades locales en alerta por denuncia de fisuras en la represa. Endesa asegura que la central no ha tenido problemas relevantes desde que entró en operación. En los próximos días se conocería informe técnico encargado a la Dirección General de Aguas.

Antes de iniciar su producción -e incluso previo a su construcción-, la Central Ralco generaba por sobre todo rechazo y cuestionamientos, más aún tras la materialización de Pangue: el primer proyecto hidroeléctrico en el Bío Bío. 
La mayor obra energética de Endesa Chile, ubicada unos 20 kilómetros más arriba, encontró férreos opositores en poblados indígenas y organizaciones ambientalistas hasta su puesta en marcha el año 2004, pero en plena operación terminó por convertirse en una enorme y constante fuente de preocupación para los poblados ribereños a causa de las inundaciones de 2006 y el terremoto de 2010. 
Así volvió a quedar demostrado la semana recién pasada en Concepción a través de una denuncia efectuada por la presidenta de la comunidad Aukin Wall Mapu, María Curriao, quien, con evidencias fotográficas y audiovisuales, puso en alerta a la intendencia regional debido -en su opinión- a una progresiva fisura que presenta desde hace años la represa, cuya capacidad supera los mil millones de metros cúbicos de agua. 
“Toda la gente tiene que saber la verdad sobre lo que está pasando”, indicó la dirigenta de una de las agrupaciones pertenecientes a Quepuca Ralco -sector contiguo al dique-, “porque éste es un peligro tremendamente grande, sobre todo para la gente que vive aguas abajo del embalse, y lo más preocupante es que la autoridad, ni menos Endesa, se ha pronunciado en nada, habiendo aquí una responsabilidad del Gobierno en el sentido de que se tenía que hacer una fiscalización al proyecto y no se ha hecho del año 2006”. 
Su viaje a la capital penquista motivó de inmediato una visita a terreno por parte de un equipo de profesionales de la Dirección General de Aguas (DGA), inspección que daría origen en los próximos días a un informe técnico y que debería comenzar a entregar luces acerca de tales filtraciones, atribuibles, dijo ella, a los efectos del fenómeno telúrico del 27/F. 
“De ahí quedó resentida la represa, y más todavía después con los otros movimientos que hubo”, afirmó María Curriao, argumentando que el temor se ha apoderado de muchos lugareños a partir de las inundaciones ocurridas seis años atrás y en base a la presencia de tres volcanes en torno a la central, pues “nosotros mismos vivimos al lado del Callaqui, y ésta es una zona muy sísmica y de constantes temblores”. 
Pese a que manifestó el problema ese año, incluso mediante la Mesa Nacional de Diálogo Indígena, espera esta vez no solo tener eco sino también recibir una respuesta satisfactoria a la inquietud existente especialmente entre las 135 familias que representa, dada la gravedad de la situación: “Ha bajado demasiado el agua en el embalse y eso tiene que ver con una grieta grande, como de 7 metros de largo y casi uno de ancho, que está ubicada de la mitad hacia abajo, a uno de los lados del muro de contención”. 
La dirigenta agregó que pretenden reunir mayores antecedentes y que van a insistir en su planteamiento llevándolo a fin de mes a Santiago. “Hice esta denuncia y no me arrepiento, y en vez de retroceder vamos a seguir adelante porque esto se tiene que aclarar; la autoridad tendrá que dar la cara ahora, no se puede tapar el sol con un dedo y yo, como presidenta de una comunidad, no puedo decir que está todo bien sabiendo que la gente está corriendo un riesgo tremendo, así que mientras no haya una información de expertos -que sea independiente del gobierno y de la empresa- no vamos a quedarnos tranquilos”. 

“SITUACIÓN NORMAL” 
La respuesta de Endesa Chile no se hizo esperar y durante la misma jornada del lunes último -día en que se realizó la denuncia- emitió un comunicado de prensa descartando problemas de filtraciones en su principal generadora con tecnología hidráulica. 
Refiriéndose a las dos obras con que cuenta en la zona, la empresa enfatizó que “la situación de las centrales hidroeléctricas ubicadas en el Alto Biobío es absoluta y totalmente normal. No existe la amenaza de colapso del muro de la Central Ralco, tal como se ha especulado”. 
Alejandro García, gerente de Explotación de la compañía, explicó que “tanto en Ralco como en Pangue tenemos galerías en su interior en las cuales hay escurrimientos de agua. Esta situación es normal, tanto así que las presas se diseñan de esa manera. El hormigón rodillado (sistema con el cual fueron construidas) tiene naturalmente en algunos sectores escurrimientos de agua tanto en el interior como en algunos sectores del exterior. Las galerías se diseñan para eso, para conducir estos escurrimientos y facilitar la medición de los caudales”. 
Junto con asegurar que ambas represas han sido fiscalizadas permanentemente por la autoridad competente, García expresó que los análisis que se efectúan de manera periódica indican que “la situación es completamente normal” y que no hay riesgo: “Las dos presas no han tenido problemas desde su entrada en operación”. 
Consultado acerca de la disminución en el nivel del más grande de ambos embalses, reconoció que ha habido una merma significativa del caudal, aunque a su juicio ésta no tiene ninguna relación con los escurrimientos: “Estamos en un estiaje, en un verano seco, la cota máxima de la Central Ralco es de 725 y hoy día estamos alrededor de los 693, estamos más bajos, pero lo normal es que disminuya, o sea, esto no es algo que haya aparecido ahora sino algo constante, que ha estado desde que la central entró en operación”. 



INFORME DE LA DGA 
Mientras el comunicado de la filial de Enersis empezaba a circular, la comisión de la DGA, encabezada por el director regional, Héctor Neira, volvía de una accidentada visita a la comuna cordillerana. 
Versiones de prensa señalaron que la inspección se suspendió en principio debido al percance automovilístico que sufrió la delegación, pero desde la máxima instancia del organismo estatal se informó que por medio de esta salida a terreno “se constató que la represa Ralco está funcionando normalmente”. 
“Dado que en este tipo de obras son comunes las filtraciones, se cotejarán los caudales del histórico de éstas en Ralco con las registradas en los últimos días para así determinar si ha existido un aumento”, puntualizaron desde la DGA, destacando que tales estructuras “son inspeccionadas desde el momento en que se comienzan a construir hasta su puesta en marcha”. 
La evaluación quedará estampada en un documento que se entregaría durante esta semana, como lo indicó el gobernador Renato Paredes al referirse a la situación denunciada por la representante de la comunidad Aukin Wallmapu. “No tenemos ningún antecedente posterior al terremoto que induzca a pensar que existe una situación de riesgo inminente”, aseveró la autoridad provincial, añadiendo que “obviamente la denuncia de la señora María Curriao es tomada con seriedad y preocupación, y por lo tanto se ha encargado a los organismos técnicos que dependen del gobierno emitir un informe sobre el particular”. 
Paredes evitó referirse mayormente al tema hasta no tener los resultados de la DGA, aunque en todo caso dijo que “si hubiera alguna situación de riesgo, sería comunicada inmediatamente a la población”. 

ALCALDES EN ALERTA 
Consciente de lo que ocurre en esta central hidroeléctrica se mostró el alcalde Félix Vita, manifestando, eso sí, su desazón porque pese a denunciar el daño en la represa después del terremoto ante la gobernación, la intendencia, la Onemi y Endesa, finalmente fue poco escuchado y no se hizo nada al respecto, según declaró a medios de comunicación hace algunos días. 
El edil de Alto Bío Bío expresó igualmente su preocupación, en particular por la actividad volcánica en la zona, concordando en que el gobierno debería supervisar la realización de una inspección técnica adecuada y la entrega de la información resultante a la comunidad. 
Por su parte, el jefe comunal de Santa Bárbara, Daniel Iraira, contó que, junto a profesionales del municipio, visitaron el embalse la semana pasada, confirmando que hay una filtración a una altura de 45 ó 50 metros del muro de contención, pero que “está trabajada y tiene una tubería para llevar agua al nivel del río” y corresponde a una junta de dilatación existente desde que la central se construyó, como en el caso de Pangue. 
De todos modos, señaló, “hemos solicitado a la DGA una copia del informe que ellos emitan, y al intendente le estamos pidiendo que el Gobierno encargue un estudio imparcial y especializado que pueda dar tranquilidad a la comunidad para saber si esto es normal o anormal, y cuáles son las consecuencias que puede tener’”. 
La primera autoridad comunal de Quilaco, Fredy Barrueto, en tanto, admitió que siempre se ha sabido de una fisura en esta generadora, pero que se han acentuado los comentarios respecto de que habría un problema mayor, lo que hace necesario más que nunca una información clara de parte de Endesa, “no olvidemos que somos muchos los que estamos aguas abajo de estas tremendas centrales hasta llegar a Concepción, entonces es una tremenda preocupación”. 
“Creo que esa fisura nunca debió haber existido, debieran haberle dado solución de inmediato y a lo mejor así no habría desconfianza de la gente ni tendríamos ningún problema”, acotó Barrueto, insistiendo en que la empresa debe contar qué hay de verdad en esta situación, “para prepararnos, si hay problemas, y si no, para estar tranquilos y nosotros también llamar a la calma comunidad”. 

PROPUESTAS DE DIPUTADOS 
Dos solicitudes concretas hicieron los diputados José Pérez y Joel Rosales en relación a la denuncia formulada por María Curriao. 
En el caso del parlamentario radical, presidió la comisión investigadora de la Cámara Baja sobre las inundaciones del año 2006, ocasión en que se reconoció que en Pangue había filtraciones en las juntas de dilatación, “pero indudablemente esto es una falla de construcción”: “Ahora, ellos minimizan esto diciendo que no tiene mayor importancia, que es normal, pero frente a un temblor o a una erupción volcánica estas cosas pueden tener una tremenda repercusión negativa; son obras que representan un riesgo en caso de que ocurra alguno de estos fenómenos y si hay un colapso todos los pueblos ribereños que hay aguas abajo sufrirían una enormidad”. 
Su propuesta puntual es construir un muro de contención adicional a uno o dos kilómetros luego de la represa, como se hace en los países desarrollados, y, por otra parte, sostiene que el Ministerio de Obras Públicas es responsable de atender situaciones como la denunciada: “Aquí hay una responsabilidad directa del MOP, pero lamentablemente estas cosas se miran muy superficialmente porque no se quieren afectar los intereses de una empresa como Endesa y se siguen haciendo las cosas así, un tanto a medias, sin el debido control”. 
A su vez, el legislador oficialista pidió a las autoridades pertinentes un estudio técnico para verificar “in situ” la situación real de la central, pese a que la compañía insiste en que los escurrimientos de aguas resultan normal en este embalse. 
“Acá hay que ser claros: estamos ante una situación que mantiene con un alto nivel de preocupación a la comunidad vecina a la hidroeléctrica Ralco, y ello nos obliga a entregar señales claras de que se tomarán las medidas correspondientes para entregar tranquilidad a la gente”, recalcó Rosales. 
La idea, añadió, es hacer un llamado de tranquilidad a los habitantes de la zona, pero con la certeza “de que se van a tomar las medidas para poder verificar si esto es efectivo o no, de si las fisuras cobran riesgos más grandes”. 
En esa línea, dijo que “estoy disponible para generar todas las instancias que logren establecer las condiciones para que la comunidad vecina a la hidroeléctrica Ralco viva tranquila, sin el temor a que esta situación pase a mayores”. 

INQUIETUD ENTRE DIRIGENTES 
Al menos otros dos dirigentes sociales solidarizan con la inquietud de la comunidad Aukin Wallmapu, en distintas comunas. 
Según la presidenta de la junta de vecinos de Ralco, Marcela Villalobos, ha faltado que las autoridades -de todo nivel- y la propia compañía informen adecuada y públicamente sobre estos asuntos a fin de garantizar la tranquilidad de la población. 
“Cuando ha habido preguntas sobre el tema, han manifestado que se han hecho investigaciones o estudios y que la cortina de la represa no tiene fisuras, pero muchos dirigentes y mucha gente de las comunidades, que conocen el embalse, han dicho que sí la tiene y que es un riesgo inminente para Alto Bío Bío y todas las poblaciones que hay para abajo, alrededor del río”. 
Por lo tanto, comentó, “lo más lógico es que Endesa haga una reunión primero con los dirigentes y autoridades de la comuna, para analizar el tema y que exista un documento oficial que nos asegure que la represa no tiene fisuras y que en un momento determinado no vamos a sufrir una catástrofe”. 
Para el presidente de la organización ambientalista Aguas Libres de Quilaco, Fredy Pérez, esta represa “es un dolor de cabeza más dentro de nuestras principales líneas de trabajo centradas en la maquinaria hidroeléctrica”, coincidiendo con María Curriao en que las fisuras “se acrecentaron luego del terremoto de 2010, y al día de hoy nos encontramos que en su parte media tiene varias filtraciones y ya sale mucha agua como lo muestra el video que acompañó la denuncia”. 
Frente a esto, señaló, “esperamos instaurar un recurso de protección que vaya respaldado por otras organizaciones ambientales o por consejos de la sociedad civil; vamos a trabajar el tema y a solicitar un estudio que no esté hecho por la empresa pero pagado por Endesa porque hoy el Estado se está haciendo cargo de todas las cosas que Endesa ha provocado en este lugar, entonces creemos que no es correcto que todos tengamos que estar pagando las cosas que Endesa debe reparar”. 

TEMOR DE VECINOS 
Juan Antonio Jara Levi, vecino de Quepuca Ralco. “Trabajé en la construcción de la central y en el comienzo muchas veces no vibraban bien el cemento para abajo y le tiraban así no más, y por ahí empezó la falla. Nos preocupa bastante esto, así que ni permita Dios que haya otro terremoto y se venga esa presa y se abra el muro, porque no nosotros no más vamos a ser afectados, todo el mundo aquí para abajo del río”. 

Ana Treka, vecina de Callaqui. 
“Tengo mucha preocupación y estoy asustada; lo que más me preocupa es mi casa y mi tierra, porque estamos a la orilla del río y si se llegara a romper (la represa) ¿quién se salva? Cuando se inundó aquí (2006) me llegó el agua a la misma casa, y me hicieron muchas preguntas pero no tuve ningún resultado. Ahora fui de nuevo a Ralco y dicen que está totalmente peligroso, que donde tiene rotura (la central) está a medias; entonces, si llegara a pasar más tarde cualquier cosa, qué respuesta podemos tener de Endesa. Ojalá que la empresa haga algo y que respete la humanidad”. 

Juan Bautista Jara Levi, vecino de Quepuca Ralco. 
“Por un lado me preocupa la situación porque no permita mi Dios que pase eso, de repente, como dicen que está mala la cortina, ojalá no sea así. Como uno no ha visto allá, no puede decir cómo está la cosa. Yo estuve trabajando ahí cuando se empezó el proyecto pero estaba malo el material con el que se hicieron los túneles, porque salía malo cuando se sacaba para hacer los estudios. Más no sé yo, porque no estuve después cuando se construyó la cortina”. 

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