24 de junio: Un nuevo Día Nacional de los Pueblos Indígenas pero sin reconocimiento constitucional


Es de esperar que más temprano que tarde se produzca en Chile un avance significativo para el pleno reconocimiento de los pueblos indígenas, y que se haga efectivo tanto en el discurso como en la praxis. En tanto, mientras se continué en las actuales condiciones de menosprecio y marginación político social, los episodios de conflictos perdurarán con consecuencias insospechadas.
dia_nacional_de_ppii.jpgEn estos días se produce el día más corto y la noche más larga del año. Kiñe xekan acawaj amulei pun, (a un paso de gallo avanza la noche), dice el pensamiento mapuche. Pueblo que  sin realizar grandes viajes por la tierra, logró un gran avance en el conocimiento astronómico, estableciendo su propio calendario, que consta de 13 meses, cuatro estaciones y fases muy definidas del día y la noche.   Lo mismo lograron los otros pueblos del continente. Es así que hoy se realizan los We Xipantu, (nueva salida del sol) en mapuche;Machac Mara en Aymara; Inti Raymi en Quechua; y Aringa Ora o Koro en Rapanui.
Estos pueblos constituyen los primeros en habitar estas tierras antes que los estados nacionales. Sin embargo, el estado chileno a sus doscientos años de vida republicano, aún no logra garantizar una buena relación mediante un reconocimiento pleno a sus derechos políticos, sociales y culturales. En efecto, persisten importantes grados de discriminación, falta de participación en las decisiones que les atañen, sus territorios son constantemente amenazados por los grandes proyectos de inversión  público y privado; sus movilizaciones y reclamos criminalizadas y judicializadas,  y sus líderes más confrontacionales procesados y encarcelados.

Tras el fin de la dictadura y el retorno a la democracia, fue el presidente Patricio Aylwin quien primeramente anunció un reconocimiento de los pueblos indígenas en la constitución política del país, sin lograrlo, aunque se avanzó en una ley especial y en una institución encargada de velar por su desarrollo. Le siguieron los sucesivos gobiernos concertacionistas que tras un periodo de casi 20 años en el poder, no lograron concretar dicha promesa, que incluso formaban parte de los programas de gobierno, incluyendo la del ahora centroderechista Sebastián Piñera.

Iniciado por moción de los senadores de RN, Espina, Allamand, Ruminot, Romero y Cantero, la última propuesta en la materia ingresó con fecha 7 de septiembre de 2007 con el nombre Bol 5324,  http://sil.congreso.cl/cgi-bin/sil_proyectos.pl?5324-07, su historial indica que no ha salido del primer trámite y la última fecha actualizada fue este 15 de junio, en cuya observación dice “que retira y hace presente la urgencia Suma”. ¿Pero cuál es el motivo de su entrampamiento?, su texto no satisface y es inconsulto.

En efecto, en el primer inciso del único artículo del proyecto, considera a “la Nación chilena” como “una, indivisible y multicultural”. El inciso segundo reconoce la existencia de los pueblos indígenas pero deja claro que la calidad de sujetos de derecho no la detentan ellos sino sus “comunidades, organizaciones e integrantes”. Mientras que el tercero especifica que los pueblos podrán organizar su vida de acuerdo a sus costumbres, “siempre que ello no contravenga la Constitución y las leyes”, como bien lo resume un artículo del periódico Azkintuwe.

A las múltiples manifestaciones de rechazo al texto, figura una carta de los consejeros de CONADI dirigida a la senadora Alveal fechado el 10 de marzo 2011, en él expresan su rechazo al texto de reconocimiento constitucional y solicitan a las comisiones de ambas cámaras, que sesionen en diversas ciudades desde Arica a Chiloé, para consultar a líderes de comunidades, a Lonkos y Ariki, a Mallku y a todas las autoridades tradicionales, para consensuar un nuevo texto, de acuerdo a los estándares internacionales. Agregan que la consulta realizada por el gobierno el año 2009 y 2010 para el reconocimiento constitucional, fue prácticamente una encuesta, que vulneró los estándares más básicos de derechos humanos, como el Convenio 169 de la OIT.

Por su parte el Relator Especial ONU, James Anaya ha señalado que el proyecto de reconocimiento constitucional, como toda medida legal o administrativa debe ser consultado de buena fe y de común acuerdo con los pueblos indígenas. La consulta previa del proyecto de reforma es una de las recomendaciones formuladas al estado de Chile por  el relator. Mientras que para el abogado y codirector del Observatorio Ciudadano y especialista en derechos indígenas, José Aylwin, ha señalado que el actual texto de reconocimiento constitucional es una negación. “Más que un reconocimiento es una negación, una propuesta engañosa que está muy por debajo de los estándares internacionales”.
Es de esperar que más temprano que tarde se avance hacia un verdadero camino de reconocimiento real y efectivo de los derechos políticos, sociales y culturales de los primeros habitantes de estas tierras, que se manifieste no solo en el discursos de buena crianza, sino, y sobre todo en las relaciones y prácticas cotidianas de nuestra existencia. No hacerlo podría traer más conflictos con consecuencias insospechadas.
Comunicador Social, Periodista
Observatorio Ciudadano
24/06/2011

No hay comentarios.:

Publicar un comentario