HidroAysén tramita cambios clave para viabilizar proyecto

Viernes, 17 de Agosto de 2007 Economía y Negocios, El Mercurio / Danilo Bustamante Rocha
La petición es vital para que las 5 centrales hidroeléctricas a construir en Aisén utilicen 5.910 y no 9.300 hectáreas.
La anunciada reducción de 9.300 a 5.910 hectáreas -36,5%- en la superficie a inundar que realizó HidroAysén para las 5 centrales que construirá en la Undécima Región enfrenta el primer proceso clave: La aprobación de derechos adicionales de agua sobre los ríos Baker y Pascua, donde se emplazarán los embalses.
HidroAysén comenzó a tramitar esta solicitud el 10 de agosto ante las autoridades de la Provincia de Capitán Prat, en la Región de Aisén -ayer se publicó en el Diario Oficial-, quienes deben remitir estos antecedentes a la Dirección General de Aguas (DGA). Se estima que este proceso puede tomar entre nueve meses y un año.
Nuevos antecedentes
Pese a que la compañía perteneciente a Endesa y Colbún posee derechos hídricos concedidos en ambos ríos, éstos no son suficientes para aprovechar totalmente la hidrología natural del Baker y del Pascua.
Obtener estos derechos es vital para que la empresa pueda concebir el proyecto, de una capacidad instalada total de 2.750 MW, del que se espera esté completamente operativo en 2022.
"Hemos llegado a un concepto más eficiente (para el proyecto) en términos de aprovechamiento hidroeléctrico, minimizando su impacto ambiental. Para lograr esto, la variable más importante es disminuir la superficie de los embalses", afirmó el gerente de HidroAysén, Hernán Salazar, quien agregó que lograr este menor impacto dependerá de la tramitación que tenga esta solicitud ante la DGA.
"Podemos hacer este proyecto más eficiente, en tanto podamos aprovechar el potencial hidrológico total de ambos ríos", dijo.
Actualmente, los derechos de HidroAysén en el Baker comienzan en la naciente del río y llegan hasta la angostura del Saltón, donde se instalará el muro de la central Baker 2; en el Pascua, en tanto, estos derechos van, prácticamente, desde la naciente hasta su desembocadura en el lago Quetru. La empresa tramitó estos derechos en la década pasada, en base a análisis realizados en 1992.
Ahora, luego de dos años de estudio, HidroAysén llegó a la conclusión de que el Baker y Pascua tienen un caudal aprovechable más allá de lo que los derechos le permiten explotar.
Con una menor superficie a inundar, HidroAysén busca resolver algunas de las inquietudes que genera el megaproyecto, como el impacto que tendrá sobre lugares de alto interés turístico-natural. La confluencia de los ríos Nef y Baker, los lodge de pesca (naciente del Baker) y el valle Grande quedan fuera de intervención si el proyecto se materializa con la reducción.

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