
La actividad convocada por el Consejo de Defensa de la Patagonia se organizó con el fin de enrostrar a las empresas HidroAysén y Energía Austral el rechazo ciudadano ante la posible construcción de mega proyectos hidroceléctricos. Personas de los más diversos ámbitos y tanto del sector urbano como rural se unieron a la manifestación. Uno de los coordinadores de la marcha, Alejandro Del Pino, destacó la gran convocatoria y el entusiasmo de las personas que masivamente se plegaron a este movimiento ciudadano, “pese a la violenta arremetida de empresas privadas que intentan comprar la conciencia de la comunidad, creemos que ha sido todo un éxito la convocatoria en esa zona”, sostuvo.
Según los organizadores, esta movilización se replicó en Villa O’Higgins, Tortel, Cochrane, Chile Chico, Bahía Murta, Cerro Castillo, Puerto Aysén, Pucón, Valdivia, Temuco, Curacautín, Concepción, Talca, Santiago, Valparaíso, Antofagasta e Iquique. Una vez que los manifestantes se congregaron en el paseo Horn, se leyó una declaración pública en la cual se expresa, primero, que “rechazamos los proyectos destructivos en todo Chile. De todo tipo. Nos oponemos a esta lógica de crecimiento económico instaurada en nuestro país, en la cual se toman decisiones centralistas, muchas veces incurriendo en graves faltas a la ética pública, que nos está dejando como legado una serie de grandes proyectos de inversión, incluso rechazados por nuestros servicios públicos, que generan altas ganancias para unas pocas empresas y grupos económicos de poder pero que también producen grandes impactos ambientales, culturales y sociales que afectan a comunidades emplazadas en frágiles ecosistemas, cuya opinión nunca! es tomada en cuenta, y a todos los chilenos y chilenas, que a través de sus impuestos, tienen que pagar por reparar, los daños ocasionados”.
El documento dado a conocer por los organizadores consigna además “No a los proyectos de mega-represas en ninguna parte de Chile, No a los 9 proyectos del Baker, Pascua y Cuervo, ya rechazados por nuestros servicio públicos, ni los del Río Cisnes, o el Figueroa, o el Palena, o el Ibáñez, o el Mayer, y tantos otros que suman 50 represas que quieren proyectar para Aysén”.
En un segundo punta la declaración señala “demandamos que las aguas se devuelvan a las comunidades y a los chilenos. Hace 30 años el control de los recursos hídricos se traspasó de manera antidemocrática desde el Estado a manos privadas. Como en ningún país del mundo, se ha entregado la propiedad de este vital recurso para la vida a unas pocas empresas en desmedro de las comunidades que deben su vida a este bien de la Creación. Exigimos la recuperación de nuestras aguas, que el control efectivo vuelva a los pobladores y la ciudadanía y que obedezca al interés público y no al de empresas privadas, la mayoría transnacionales, y con un sistema que considere la gestión real cuencas terrestres, y marinas”.
Finalmente el documento indica “reclamamos Energías Limpias Ahora, requerimos de un desarrollo productivo a través del uso eficiente de la energía y del uso urgente de energías renovables, limpias, que aprovechen el abundante potencial de nuestras tierras, volcanes, aguas, sol y aire, como lo demuestran numerosos estudios de nuestras más grandes universidades e institutos de investigación.
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