Minería y represas trasandinas que podrían afectar cuencas chilenas.

Catorce Organizaciones de Aysén Solicitan al Gobierno
que Recabe Antecedentes por Proyectos en Territorio Argentino


A los destinatarios, la intendenta de Aysén Viviana Betancourt y el ministro de RREE Alejandro Foxley, se les pide hacer cumplir el Protocolo sobre Recursos Hídricos Compartidos suscrito entre Chile y Argentina en 1991, el cual establece que cualquier emprendimiento que se desarrolle en una cuenca común debe ser, entre otras acciones, informado a la contraparte.
Es ésta la punta del iceberg de un proceso mucho mayor: el nacimiento de diversas coaliciones binacionales dispuestas a proteger la Patagonia ante la avanzada trasnacional que busca su industrialización a través de megaproyectos mineros, de tendido eléctrico y represas.
No fue fácil, pero se logró.
Luego de días de contactos y coordinaciones confluyeron en una sola carta y con el mismo objetivo múltiples organizaciones de diverso carácter y bastante dispersas entre sí, en una región que con sus 110 mil kilómetros cuadrados y sólo 100 mil habitantes da un sentido muy concreto al concepto de dispersión territorial. Pero como bien lo sabe cualquier estratega, el temor y el enemigo común unen más que una yunta de bueyes, si se permite la alusión.
Catorce agrupaciones vinculadas al turismo, el desarrollo sustentable, el medio ambiente, el comercio, la ganadería, la agricultura, la Iglesia Católica, el trabajo vecinal y los derechos de los consumidores enviaron a principios de agosto una carta a la intendenta de la Región de Aysén Viviana Betancourt y otra al ministro de relaciones exteriores Alejandro Foxley con un solo fin: exigirles que asuman su responsabilidad de Estado para hacer cumplir el Tratado de Medio Ambiente suscrito por Chile y Argentina en 1991, particularmente su Protocolo Específico Adicional sobre Recursos Hídricos Compartidos.
El cuerpo legal, poco conocido y menos aplicado en ambos países a pesar de su relevancia y del tiempo transcurrido, señala expresamente en su artículo primero que “las partes convienen en que las acciones y programas relativas al aprovechamiento de recursos hídricos compartidos se emprenderán conforme al concepto de manejo integral de la cuencas hidrográficas. El aprovechamiento de los recursos hídricos en el territorio de una de las partes, pertenecientes a una cuenca común, no deberá causar perjuicios a los recursos hídricos compartidos, a la cuenca común o al medio ambiente”. Más claro echarle agua.
La preocupación de los habitantes de la cuenca del Río Palena (Río Carrenleufú o Corcovado, en Argentina) y Lago General Carrera-Río Baker (Lago Buenos Aires y Lago Pueyrredón al otro lado de la frontera) son los proyectos mineros y de represas que está concretando -y también los que tiene en carpeta- el vecino país aguas arriba de esos cursos hídricos, donde cualquier proceso de contaminación por metales pesados o cambio del flujo fluvial, alteración de la calidad y vida del agua, o riesgo de inundaciones producto de embalses –tienen presente aún lo que pasó con Pangue el año pasado- podría afectar fuertemente el desarrollo económico local de las comunidades dependientes de la cuenca común en el lado chileno.
Lo que Piden
En la misiva enviada al Canciller los ayseninos solicitan que se les remita actas de las reuniones de la Subcomisión de Biodiversidad del Comité de Fronteras “Integración Austral” y del Grupo de Trabajo de la Subcomisión de Medio Ambiente constituida en 1996, donde se han abordado temas de recursos hídricos compartidos. Además, entendiendo que la sustentabilidad y el manejo de cuencas pasa por la participación de las comunidades, que se integre a estas mesas de trabajo a representantes de las organizaciones regionales interesadas en la discusión de estas materias, posibilidad que establece el propio tratado.
Uno de los puntos más polémicos de la solicitud es que el Gobierno de Chile “recabe –ante su par argentino-antecedentes sobre el estado del proyecto Complejo Hidroeléctrico Cuenca Río Carrenleufú que contempla la construcción de seis represas, la más importante denominada La Elena, pertenecientes a la cuenca del río Palena”. Este proyecto incluso aparece en la folletería de grandes realizaciones del Gobierno de Néstor Kirchner en la fronteriza provincia patagónica del Chubut. Los dirigentes señalan que “la eventualidad de que se materialice esa obra afectaría negativamente y en forma irremediable todo el trabajo que se viene realizando en la zona de la cuenca Palena-Queulat, donde se trabaja para su constitución como territorio emprende por el Gobierno, la sociedad civil y el sector privado, con priorización para el turismo”.
También les preocupan los proyectos mineros que se están desarrollando en Monte Zeballos cerca de Perito Moreno y Los Antiguos (vinculados a los ríos Los Antiguos y el chileno Jeinimeni), ambos afluentes del Lago General Carrera, “área declarada Zona de Interés Turístico Nacional y ya considerada por el Gobierno, la sociedad civil y el sector privado como territorio emprende y con priorización para el turismo”.
La carta remata con la solicitud de antecedentes sobre los trabajos de exploración que empresas mineras están realizando en el sector aledaño al Lago Pueyrredón, afluente de nuestro Lago Cochrane. Una de ellas, señalan, sería Barrick Gold.
En el mismo tenor fue enviada la carta a Viviana Betancourt, asumiendo las diferencias de roles y responsabilidades entre un intendente y un ministro de Relaciones Exteriores. En concreto, reclaman que “se avance en la conformación de un subcomité binacional de expertos locales, lo cual es perfectamente posible, tal como se ha evidenciado en la Décima Región de Los Lagos en la que en junio de este año se conformó el Subgrupo Binacional de Expertos Locales sobre Recursos Hídricos Compartidos, mostrándose un interés concreto en el cumplimiento del protocolo binacional específico”.
Como un anuncio de los intereses que están en juego, rematan ambas epístolas señalando: “Esta misiva nos permite confiar en que como autoridad de Gobierno que constitucionalmente debe velar por los intereses de la Nación y sus habitantes, sabrá cumplir con su responsabilidad de resguardar los intereses ciudadanos”.
Firman las cartas la Agrupación de Defensores del Espíritu de la Patagonia de Cochrane, la Cámara de Comercio y Turismo de Puerto Río Tranquilo, la Mesa Representativa La Voz de Tortel, la Asociación Gremial Pequeños Agricultores de La Junta, la Cámara de Turismo y Comercio de La Junta, la Junta de Vecinos Puerto Ingeniero Ibáñez, la Asociación de Consumidores de la Patagonia, Codeff Aisén, la Escuela de Guías de la Patagonia, la Agrupación Nacional Jóvenes Tehuelches, la Corporación Costa Carrera, la Corporación Privada para el Desarrollo de Aysén, el Comité de Pesca Recreativa de la Cámara de Turismo de Coyhaique y la Pastoral Social del Vicariato Apostólico de Aysén.
En el fondo, han señalado los impulsores de la misiva, “estamos pidiendo que la Presidenta Michelle Bachelet cumpla en el ámbito internacional el compromiso que hizo ante el Congreso Nacional en 2006, en el sentido de que no se evaluarán proyectos aislados, sino que se incorporará el manejo integrado de cuencas como eje de la nueva política. Simplemente eso es lo que estamos esperando en Aysén”.
La Patagonia se Levanta
La petición aysenina no es un tema menor, considerando que desde el año 2005 en adelante se han formado por lo menos 5 megaorganizaciones que agrupan a representantes locales, nacionales y extranjeros en defensa de la Patagonia ante lo que han llamado la avanzada trasnacional que busca industrializar ese territorio mediante la construcción de represas, líneas de alta tensión y desarrollo de proyectos mineros.
Así hoy están trabajando la chilena Coalición Ciudadana por Aysén Reserva de Vida que se opone a las represas de HidroAysén en los ríos Baker y Pascua, el Consejo de Defensa de la Patagonia Chilena con organizaciones regionales, nacionales e internacionales, y las binacionales Coalición Patagonia Pura - Agua Dulce a Salvo que ya se ha reunido en Los Antiguos y Perito Moreno, la Coalición Patagónica sin Fronteras que nació en el Primer Parlamento Medioambiental de la Patagonia realizado en Chaitén a fines de junio y convocado por el Consejo de Defensa de Palena y el sur de Aysén, y la Red Patagónica sin Fronteras que se conformó en Bariloche luego de diversos talleres realizados por el abogado Felipe Meneses y el coordinador nacional de la ONG Ecosistemas Juan Pablo Orrego y que tiene como finalidad trabajar fundamentalmente en torno a las cuencas compartidas.
Porque, como han manifestado los impulsores de esta especie de versión Siglo XXI del filme La Patagonia Rebelde, si empresas mineras como Kinross Gold, Xstrata, Geocom, Barrick Gold y Meridian Gold, y eléctricas como Endesa España, Colbún y AES Gener tienen el dinero para impulsar sus proyectos “nosotros tenemos la fuerza de la ciudadanía que no se quiere dejar avasallar y la legitimidad de habitar los territorios que quieren industrializar, quienes tenemos una verdadera vocación en torno al desarrollo regional sustentable por y para quienes acá vivimos”.

Comunicaciones
Coalición Ciudadana por Aysén Reserva de Vida
www.aisenreservadevida.cl
miércoles, 29 de agosto

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