El neoliberalismo, es tan cruel que dentro de su definición utiliza uno de los conceptos más bellos al que puede aspirar un ser vivo, la libertad, pero el problema grave es que lo utiliza precisamente en contra de todo ser vivo, afectando incluso contra el planeta mismo.
El neoliberalismo es la herramienta nefasta que entrega libertad de acción al capitalismo, para acceder y aumentar el capital a costa de todo y de todos, se basa y resalta la ambición y el egoísmo de quien piensa y cree que todo gira en torno al dinero y no reconoce derechos de nadie ni nada mas que el de hacer crecer su propia riqueza material; no reconoce ni sabe del derecho al aire, el derecho al agua, el derecho a caminar, pensar, amar, aprender, crecer, soñar, jugar, compartir, querer, admirar, y disfrutar el más grande regalo que se nos ha hecho… la vida. El capitalismo neoliberal no reconoce el valor principal del derecho a la vida, y lo convierte todo a cifras, números, códigos, y fórmulas para hacer crecer un imperio sin base.
El capitalista no ve mas allá de su ambición, no ve la cagada que esta dejando a su alrededor, y cuando se la muestran ni siquiera es capaz de reconocer que es suya, El Cambio Climático, es producto de la industrialización al menor costo, ya que quienes dañan el ecosistema, no asumen el daño a todos nosotros, los efectos del Cambio Climático son reales y gravísimos.
Igual que el Rey Midas, el capitalista neoliberal sueña con convertir todo lo que toca en dinero y termina solo sin más compañía que su egoísmo.
El Chile de hoy; no es el Chile de ayer. Nuestro país en estos últimos años a buscado en forma precipitada un protagonismo en nuestra América morena. Cargado de buenas intenciones y con compromisos de buena vecindad. Chile (lamentablemente) a vendido su alma, sus riquezas, su historia, su gente por un puñado de tratados de libre comercio, sustentados en el poder del capital y la dominación total de todos los que habitan esta larga y angosta tierra.
La apropiación de nuestros ríos, la inundación y destrucción de nuestros campos y bosques, la destrucción de una cultura tan valiosa como los pueblos Pehuenche, más la amenaza a nuestra identidad y cultura como ayseninos y patagones para entregar energía a quienes destruyen glaciares, secan y contaminan la poca agua dulce existente en las zonas desérticas de Chile atentan contra la vida de las personas en el norte de nuestro país para explotar los recursos minerales, y el enriquecimiento desmedido a costa de la escasa y permisiva legislación, en materias laborales, materias ambientales, recursos naturales y vitales para los habitantes es ejemplo claro de la instalación en nuestro país de las políticas neoliberales, y no actuar o no denunciar estas prácticas significan una grave aceptación a estas políticas que solo nos conducen hacia la muerte.
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