"Debe existir una organización social fuerte para luchar por el agua"

En la charla "Calama: Oasis, Agua y Desarrollo Sustentable", el obispo se refirió a la importancia de este elemento
El Colegio Médico de El Loa y la Municipalidad de Calama, organizaron la tercera y última clase magistral, denominada "Calama: Oasis, Agua y Desarrollo Sustentable". El actor principal de esta actividad, fue el obispo de Aysén, monseñor Luis Infanti de la Mora.
Nació en Italia, en Udine y es hincha por su puesto del actual equipo de Alexis Sánchez, el Udinese. Pero vino a Calama, no a hablar de fútbol, sino algo más trascendental como es la falta de agua que existe en todo el mundo. La crisis que hay en el sur del país y también en el norte. Hace un planteamiento ético y religioso, señalando que "si la Tierra es de Dios, las aguas son de Dios, nosotros somos criaturas de Dios. Eso nos lleva a una conclusión muy lógica, que Dios nos ha regalado esta Tierra y esta agua para todos sus hijos. Él no hace diferencias".
Importancia del agua
Para el obispo de Aysén, existe una enorme preocupación en todo el país y en el mundo. Dijo que esta oportunidad gracias al Colegio Médico de Calama, se pueden tratar este tipo de temas que son relevantes para la sociedad. "A estas alturas del partido, justamente es relevante que veamos qué mundo estamos construyendo, cómo queremos construirlo, en qué mundo estamos viviendo y esos son los temas éticos que desde la fe tiene mucha mayor relevancia".
Dato no menor da a conocer Luis Infanti, al señalar que las aguas de Chile, más del 80 por ciento, están en manos de una empresa. "En el sur del país, es Endesa que antes era española y ahora está en manos de italianos. Y en Aysén, que es una de las reservas de agua dulce más importantes del planeta, el 96 por ciento de las aguas de Aysén, están en manos de esta empresa".
¿Y el norte?
Infanti de la Mora, también analiza desde un punto de vista ético, lo que ocurre en nuestra zona con el agua y el cobre. "Le damos preferencia al cobre que es indispensable y le quitamos el agua al ser humano, ahí entra el tema ético. Entonces la población tiene la obligación, el deber de reclamar, exigir, es un derecho humano básico y esencial".
Para el obispo de Aysén, "el sistema en el que estamos envueltos como es un sistema neoliberal, capitalista, apunta justamente a romper este elemento esencial de nuestra fe y privatizar, es decir yo soy el dueño de esta agua no Dios. Eso desde la fe no lo podemos aceptar".
Finalmente, el religioso señala que "este sistema neoliberal margina. La ciudadanía tiene un poder importante para ejercer sus derechos. Sino reclamamos, somos desorganizados y callados, reflejamos nuestra indignidad como personas, seremos igual como un animalito que va más por instinto que por voluntad, deseo, necesidad, cariño y amor".

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