Este 15 de enero a dos dias de la elección presidencial en Chile, se definie en el Senado una de las leyes más controversiales y poco cubiertas por la prensa. Esta reforma (a modo de salvavidas a un sector privado especifico y transnacional) facilitaría la entrega de consesiones marinas (que incluyen mas de un 50% de tierra firme) como medio hipotecable a la banca mundial para saldar la deuda de las empresas salmoneras.
FUENTE: Los8delSalmon
La reforma a Ley General de Pesca y Acuicultura que hoy día se debate en el Congreso,debe ser una iniciativa del Estado para rescatar a las personas y a su medio, no a los bancos ni a los industriales salmoneros
Industria Salmonera: El Fin De Un Mito
La Industria Salmonera, la que fuera la tercera fuerza exportadora del país, hoy se encuentra arruinada. Tiene una deuda superior a los US$ 2400 millones con la Banca Privada, y US$ 1000 millones en compromisos impagos con sus proveedores. La Banca no escuchó las reiteradas voces de alerta ni supo ver las señales evidentes de un ecosistema colapsado, contagiada por la codicia de unos pocos. El Mito de la Salmonicultura Chilena se ha derrumbado. Tras 20 años de “éxito” aparente y ausencia de control del Estado, la naturaleza sobreexplotada, en apenas dos años, ha castigado la irresponsabilidad, negligencia y rapacidad con la que se manejó esta actividad.
Privatización Del Mar: El Rescate Que Los Industriales Quieren.
La salida que ha encontrado el Gobierno y los industriales salmoneros a este desastre económico y ecológico es la privatización del mar, único activo de valor que le queda a esta Industria. Bajo la excusa de aumentar los controles y el manejo sanitarios de una acuicultura diezmada y que hoy tiene más papeles en la Bolsa de Santiago, que peces en el agua, el Estado propone hoy día el rescate de una industria inviable y a un costo enorme para todos, que no busca recuperar el patrimonio ambiental dañado, sino salvar a los industriales salmoneros de su crisis financiera.
La Hipoteca Del Mar: La Solución Final.
El Ejecutivo pretende, con esta modificación a la Ley General de Pesca y Acuicultura (LGPA), que las concesiones, que son bienes nacionales de uso público y por tanto patrimonio de todas las generaciones de chilenos, puedan ser hipotecadas. El objetivo de hipotecar las concesiones acuícolas es exclusivamente para que estas zonas costero marinas, sirvan como garantías a los bancos para activar nuevos créditos a las empresas salmoneras y estas puedan repactar las millonarias deudas contraídas.
Pérdida Irreversible De Bienes Públicos,Un Estado Debilitado Y Concentración Económica En Pocas Manos
Una vez entregada la exclusividad de uso de las concesiones estas podrán ser transferidas libremente entre los particulares, perdiendo el Estado la potestad sobre ellas, lo que constituye un proceso irreversible de privatización. Mientras la crisis financiera internacional ha develado la falta de controles al mercado y la necesidad de una supervisión efectiva del Estado, esta modificación a la LGPA va por el camino contrario, profundizando aún más el proceso privatizador del borde costero. De ser aprobada la legislación propuesta, tendremos a un Estado debilitado, sin herramientas efectivas de administración del borde costero y la concentración económica de este nuevo tipo de propiedad en unas pocas manos. Las trasnacionales del rubro, únicas capaces de sobrevivir, obtendrán el Gran Botín.
Pasivo Ambiental: La Deuda Que Se Acumula y Nadie Paga.
Además, en esta Ley el Estado chileno no ha incluido ningún mecanismo para demandar la recuperación del daño ambiental causado por la explotación irracional de las concesiones acuícolas más allá de cualquier capacidad de carga y destruyendo a su paso con la vida acuática. Por el contrario, las mismas empresas que han causado este daño, son las primeras en solicitar nuevas concesiones en áreas prístinas de la Región de Aysén y Magallanes, solicitudes que han aumentado en un 1000%. ¿Volvería usted a arrendarle su casa a alguien que se la destruyó en el pasado?
Una Ley que baja aun mas los estandares sanitario y ambientales
Esta Ley no soluciona los problemas que inspiraron su dictación. Bajo la intención de integrar a otras actividades económicas, establece normas vacías de zonificación; no resguarda el paisaje ni los valores escénicos, acercando aún más las concesiones a las áreas protegidas (podrán estar a 1,5 millas náuticas); bajo el argumento de mejorar las condiciones sanitarias de las industria, rebaja la distancia mínima entre centros de engorda de 1,5 millas a sólo una e igualmente aumenta las densidades de cultivos a 17 Kg. m³, en zonas saturadas como el Estuario del Reloncaví, donde según las declaraciones de impacto ambiental el promedio es menor de 15 Kg./m³ . Esta reforma a la Ley, solo busca implementar cambios cosméticos en lo sanitario y ambiental que le permitan seguir funcionando hasta el próximo colapso, creando una nueva” bomba de tiempo” que desate otro ciclo cada vez más destructivo.
Un Futuro Positivo Es Posible: Por un mejor uso de los océanos y el desarrollo de una economía sustentable
La crisis del salmón es un llamado a no instrumentalizar la Ley en beneficio de una industria insostenible, sino a buscar un desarrollo integral y armónico del territorio y mar chileno, fomentando actividades sustentables, generadoras de empleos dignos y de calidad, como el turismo y una pesca artesanal bien regulada. Ha sido un costoso error haber atado tan estrechamente el desarrollo de regiones como Los Lagos a la monoproducción salmonera. ¿Cómo no va a ser posible que los más de 80.000 kilómetros lineales de borde costero que posee nuestro país no puedan dar sustento a miles de trabajadores del mar?
Una Bomba de Tiempo Que Aún Se Puede desactivar
Esta Ley busca salvar a empresarios que se hicieron ricos destruyendo el borde costero pero no ofrece ninguna alternativa, ni un Plan de Reconversión, para los miles de trabajadores cesantes que creyeron en esta industria irresponsable. Los chilenos y chilenas organizados podemos y debemos cambiar este destino inevitable. Podemos desactivar definitivamente esta bomba de tiempo, aprender de esta desastrosa crisis y enmendar rumbos para comenzar a recuperar los ecosistemas acuáticos degradados y construir una vibrante y dinámica pesquería artesanal que sea fuente de vida y prosperidad para toda la comunidad nacional.
AÚN ESTAMOS A TIEMPO:EL CONGRESO NACIONAL Y EL GOBIERNO TIENEN LA PALABRA.
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