Por Paula Comandari/ QUÉ PASA
Durante cinco meses un grupo de ingenieros de las universidades De Chile y Santa María investigaron cuánto podrían aportar a la matriz energética nacional las energías renovables -eólica, solar, geotérmica, entre otras- y la eficiencia energética. Sus conclusiones fueron sorprendentes: 7.400 MW de aquí al 2025; el triple de lo que promete HidroAysén.
En diciembre se pusieron manos a la obra. Justo cuando públicamente se cuestionaba a los ambientalistas por no proponer números concretos a las alternativas energéticas de las que tanto se jactaban, un grupo de ingenieros de las universidades De Chile y Santa María se "encerró" a analizar el panorama de las fuentes renovables no convencionales: solar, eólica, hidráulica de pasada, geotérmica, biomasa y fotovoltaica con la idea de establecer su verdadero aporte a la matriz energética nacional.Además, el objetivo de la investigación era profundizar sobre la eficiencia energética y determinar cuánto podía aportar para solucionar la crisis en la que el país se encuentra sumergido. Prometieron datos precisos.
En eso estuvieron durante cinco meses, hasta que plasmaron sus ideas en 800 páginas. Los ejecutores del estudio "Aporte Potencial de Energías Renovables No Convencionales y Eficiencia Energética a la Matriz Eléctrica, 2008-2025", los ingenieros Pedro Maldonado y Jorge Pontt, de la Chile y de la Santa María, respectivamente, dan hoy luz verde a sus conclusiones. "Al año 2025 las energías renovables y la eficiencia podrían entregar 30% más de electricidad al SIC y juntas aportarían 7.600 MW al sistema", explica Maldonado.
En palabras simples, esto es el triple de la electricidad que generaría el proyecto HidroAysén de Endesa y Colbún, que pretende generar 2.400 MW a través de cinco represas en los ríos Baker y Pascua en la XI Región.
"Nosotros no decimos cómo debe ser el abastecimiento. Lo que es efectivo es que los resultados permiten prever que podemos dejar de construir algunas centrales, porque lo que aportan las fuentes no convencionales es significativo", afirma Pontt, quien asegura que sólo éstas contribuirían con 4.450 MW de aquí a 17 años. El resto: a través de la eficiencia energética "que siempre ha sido vista como solución de emergencia, pero después de este estudio pasa a ser una fuente de energía más que hay que considerar", agrega Maldonado.
El apoyo de NRDC
Los "preparativos" para el estudio comenzaron mucho antes. "Nos pusimos a trabajar hace dos años, cuando se impulsó el tema de las energías renovables. Nos dedicamos a acumular información para demostrar que la opción era factible", explica Sara Larraín, directora ejecutiva de Chile Sustentable, para muchos la gran impulsora de esta investigación. Fue ella quien hizo los contactos para que hoy, en el lanzamiento del estudio, comprometieran su participación el ministro Marcelo Tokman, el decano de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Adolfo Ibáñez, Alejandro Jadresic, y Bernardo Larraín, gerente de Colbún, entre otros.
Pero fue el Natural Resources Defense Council (NRDC), la ONG estadounidense que férreamente se opone a HidroAysén, quien dio el impulso final para dar el vamos al estudio: en noviembre pasado desembolsó US$ 60 mil para que se materializara. Hoy es su nueva carta de batalla en la Patagonia.
Además de NRDC fueron muchos los que tuvieron sus ojos clavados en esta investigación: Aaron Sanger, otro de los enemigos del proyecto HidroAysén, también se reunió con los ingenieros. Incluso más: la primera persona que contactó a Pedro Maldonado, dice el profesional, fue John Wilson, asesor de Arnold Schwarzenegger y miembro de la Comisión de Energía de California.
Todos fueron piezas claves para este proyecto, que también contempló la participación de un comité consultivo, integrado por expertos de Conama, la Comisión Nacional de Energía, Corfo y el ministro Tokman.
Ahorro en supermercados
Antes de ponerse a trabajar, Maldonado y Pontt -junto a un grupo de otros 15 ingenieros- se dividieron las tareas: el primero se encargó del tema de la eficiencia energética y el segundo, de las opciones energéticas renovables. Operaron en forma independiente y se reunían cada vez que era necesario. Lo demás era intercambiar información por teléfono y e-mail y complementar sus argumentos con datos que llegaban permanentemente desde el extranjero. "Centros de todo el mundo apoyaron esta investigación", dice Pontt.
En el estudio se presenta el panorama energético de las fuentes renovables de aquí al 2025 en tres escenarios distintos: uno conservador, uno ultraalentador y uno que los ingenieros llaman dinámico, que es el que generaría 4.450 MW y por el que se inclinan los investigadores.
Pese a su optimismo los ingenieros encienden una luz de alerta: "Esto podría ocurrir si se generen políticas públicas que permitan superar los obstáculos que han impedido trabajar en fuentes de energía alternativas y en eficiencia energética. Las autoridades han tenido pereza mental para buscar soluciones, pretendiendo que sea el mercado quien arregle todo", dispara Maldonado.
Afirma que para aplicar un uso eficiente de la energía es necesario concretar en el país cambios tecnológicos y culturales. Ejemplo de ello, dice, es que "los supermercados deben mejorar sus sistemas de iluminación y refrigeración e incorporar equipos nuevos. No decimos que hay que botarlos de un día para otro, pero a medida que crezcan económicamente deben agregar tecnología más eficiente". De darse ese panorama, reza el estudio, el año 2025 el ahorro a nivel país representaría un 16%.
Entre los puntos claves del documento en esta área se propone una Ley de Eficiencia Energética que sea aprobada por el Parlamento, tal como ha ocurrido en países como Japón, Alemania o Francia. "Debe existir una regulación que diga concretamente: en Chile no se puede importar equipos que tengan eficiencias menores a tanto y eso cambiaría el panorama", agrega el ingeniero.
¿Fuentes rentables?
Pontt plantea que el país tiene un gran potencial para desarrollar este tipo de fuentes, pese a que Bernardo Matte -cabeza de Colbún- ha dicho que sólo existen en países con fuertes subsidios. Y Chile no los contempla.
Aunque el investigador afirma que ése es un vacío que se debe superar, al mismo tiempo dice que gran parte de los 4.450 MW que generarían las fuentes no convencionales serían un negocio rentable, incluso sin la ayuda del Estado. "Sólo la geotérmica, como en todas partes del mundo, requiere una ayuda estatal en las primeras exploraciones", dice.
Según Pontt, de todas las fuentes renovables, la geotermia es la que tiene mayor proyección: 940 MW al 2025, sólo inferior a
la hidráulica de pasada (centrales pequeñas que generan menos de 20 MW) que aportaría en esa fecha 1.653 MW al sistema. Para llegar a "esos números" contaron con el apoyo del experto mexicano Gerardo Hiriart, quien ha instalado varias plantas geotérmicas en su país.
Para determinar el aporte de las centrales hidráulicas extrajeron de la Conama todos los proyectos presentados para evaluación ambiental; revisaron todas las iniciativas que estaban compitiendo en concursos de Corfo y consideraron, además, los derechos de agua que no están siendo usados, según la Dirección General de Aguas.
A eso se sumó el aporte del ingeniero Germán Ubilla, quien trabajó muchos años en Endesa poniendo en marcha varias centrales, y el material de las bibliotecas.
Algo similar hicieron con las otras fuentes: en el caso de la eólica (998 MW al 2025), dice el ingeniero, fueron bastante conservadores porque en Chile no existe un mapa eólico del país: revisaron algunas mediciones realizadas por los aeropuertos y reunieron las percepciones locales de zonas específicas.
Aun cuando ambos ingenieros saben que hay un largo camino por recorrer antes de ver levantados los proyectos, afirman que el interés empresarial es cada vez mayor. "Todas las investigaciones actuales muestran que los fósiles tienden a subir de precio en forma estable, tanto el petróleo como el gas natural, el carbón; y el recurso de embalse se está agotando. Las tecnologías de las nuevas fuentes, en cambio, están madurando y muchas de ellas ya tienden a la baja y se van a hacer cada vez más competitivas, lo que impulsará el desarrollo de las fuentes no convencionales", dicen los ingenieros casi a coro.
FUENTE: Revista QuéPasa
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